CONTIGO PERÚ

Lo veía en la TV en los partidos importantes y no imaginé que me pasaría a mí. Romper en llanto desconsolada con la mirada fija en la cancha viendo vencidos a los míos, siendo consolados por el rival y animados por sus compañeros y cuerpo técnico. No era la final del mundial pero así la sentí, mejor dicho, qué importa la instancia, el dolor es el mismo, dolor es dolor, llanto es llanto. Perdimos, nos despedimos del mundial, así de rápido y abrupto, con un sinsabor equivalente a lo injusto. Hay que aceptar que a veces se tiene buena fortuna y otras no, hay que aceptar que este grupo lo dejó todo en la cancha y dio todo lo mejor de sí, aceptar que fue puro el amor que nos entregaron y nosotros a ellos. Por ahí leí que el «corazón del mundial » fue Perú, nunca tanto amor visto por su selección, tenemos la dicha de ser reconocidos con esa honorable calificación. Yo me siento muy orgullosa y agradecida con mi Selección de Perú porque sin ella no hubiéramos vivido todo lo que nos han regalado en las duras eliminatorias, la emotiva clasificación luego de 36 años y este inolvidable mundial. Siento mucha gratitud por cada uno de los jugadores que vinieron a Rusia y aquellos que formaron parte de este proceso, siento mucho agradecimiento y respeto por ese cuerpo técnico, por esos extranjeros que demostraron confianza y amor también por nuestros colores sin ser peruanos, por la calidad humana que demostraron tener y sobretodo por ser los mentores de nuestros representantes en este mundial. Finalmente, agradezco a todos los hinchas y no hinchas, porque tengo la certeza que alguna mínima fibra despertó en sus corazones, en su amor al país, al deporte y seguro también algún momento de orgullo y agradecimiento. Llorar está bien, es de humanos, como este bello deporte que seguro en adelante nos traerá muchas más emociones. GRACIAS MUCHACHOS, GRACIAS PERÚ. Si el precio de venir a un mundial a alentar a mi selección son estas lágrimas lo volvería a hacer mil veces más. SIEMPRE ARRIBA PERÚ.

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